Alberto Cornejo Madrid | viernes, 19 de octubre de 2018 h |

Por mucho que ya se disponga en la Asamblea de Madrid de un anteproyecto consensuado por Consejería y colegio, y validado por el Consejo de Gobierno, que los cerca de 12.300 farmacéuticos colegiados en esta región puedan contar con una nueva Ley de Farmacia que sustituya a la aún vigente de 1998 no va a ser, ni mucho menos, un camino de rosas. Ni siquiera está asegurado que vaya a llegarse al final del mismo: su aprobación. Incluso, si lo hace, puede que para ello haya que soltar parte del equipaje con el que ‘viaja’.

Actualmente, el proyecto de nueva Ley de Farmacia de Comunidad de Madrid pende de un hilo… De color naranja, para más señas. El color con el que se identifica a la formación política Ciudadanos, la cual parece tener la ‘llave’ del devenir de esta normativa, tras conocerse que los otros dos partidos que conforman la oposición al Grupo Popular en la Asamblea (PSOE y Podemos) han presentado sendas enmiendas a la totalidad del texto. Si dada la composición de esta Cámara sin mayorías (ver apoyo) ya se sabía que el proyecto debía sumar otros apoyos políticos, ahora todo parece depender del posicionamiento de C’s.

Conscientes de su posición clave, la formación naranja sigue sin manifestar su parecer respecto al proyecto de Ley, en lo global o en cuestiones concretas que recoge su articulado. En especial, la posibilidad de que las farmacias puedan llevar a cabo Atención Farmacéutica Domiciliaria a pacientes dependientes de baja movilidad. En este sentido, PSOE y Podemos también se han manifestado “rotundamente” en contra de que las farmacias asuman unas funciones que, consideran, deben liderarse desde los centros de salud.

De vuelta a la formación naranja, fuentes internas destacan a EG que “todavía se sigue recabando información con las partes implicadas”, cara a “cimentar una posición definida del partido”. Sobre el cómo seguir manteniendo ocultas sus cartas, a su favor juega la nueva (y van tres) ampliación del plazo concedida por la Mesa de la Asamblea, a petición del PSOE, para la presentación de enmiendas parciales al texto que expiraba este 18 de octubre.

PSOE y Podemos, “no” a la AF domiciliaria

Ahora, los grupos parlamentarios disponen hasta el próximo 2 de noviembre para presentar enmiendas parciales al articulado del texto. Unas enmiendas que, en el caso de C’s, serán clave, si se registran o no, para conocer su postura en torno a la AF Domiciliaria. También PSOE y Podemos prevén presentar sugerencias al articulo, complementarias a sus enmiendas a la totalidad del texto (por si éstas no prosperasen).

En este sentido, ambas formaciones coincidirán en sus enmiendas en pedir la retirada del articulado referente a la Atención Farmacéutica Domiciliaria. En conversación con EG, el portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, José Manuel Freire, considera que la AF Domiciliaria que plantea este proyecto “no es una necesidad” y, por ende, no contaría con el apoyo de este grupo.

Para el portavoz socialista, “si hubiese que mejorar la atención domiciliaria, se debe hacer en torno a los equipos de Atención Primaria y los centros de salud, pero no por las farmacias”. Para Freire, “eso (delegar total o parcialmente la Atención Domiciliaria en las boticas) no se hace en ninguna parte del mundo”. En contra de este parecer, cabe recordar que en España ya existen experiencias consolidadas en regiones como País Vasco o Comunidad Valenciana. Por ello, y al margen de la enmienda a la totalidad que han registrado, desde el grupo Socialista se apuesta en todo caso por “suprimir toda referencia” a la Atención Farmacéutica Domiciliaria en el texto definitivo de la Ley que sea debatido y votado en la Asamblea.

Respecto a la enmienda a la totalidad, Freire argumenta la decisión de su Grupo en que “el Gobierno regional no ha justificado como debe la necesidad de esta ley”. Incluso, “el presidente regional la ha llegado a justificar en la reforma de los horarios, pero eso no necesita una Ley; otras CC.AA cambian los criterios de los horarios de las farmacias vía decreto”. Ahora bien, el portavoz socialista confirma que su Grupo “no maneja” a día de hoy un texto alternativo de Ley.

Siempre a expensas de conocer las enmiendas presentadas y el trascurso del debate parlamentario de la Ley a partir del 2 de noviembre, cabe también preguntarse, si el Grupo Popular estaría dispuesto a ‘sacrificar’ la AF Domiciliaria con tal de poder sacar adelante esta ley con la que sustituir a la de 1998. O si, por el contrario, es un todo o nada. A ello se suma que el tiempo apremia, con unas elecciones autonómicas previstas para el 26 de mayo y la consiguiente disolución previa de la Asamblea y su actividad.

Prohibida la única experiencia de AF Domiciliaria existente en madrid

Hasta ahora, las experiencias de Atención Farmacéutica Domiciliaria se limitan en España —excepto País Vasco y Comunidad Valenciana— a iniciativas particulares por farmacias y consistorios locales. Es el caso del Programa de Ayuda al Mayor en El Boalo (Madrid), por el cual desde 2015 la farmacéutica de la localidad (Lucrecia Gutiérrez) acude —semanalmente o cada quince días— al domicilio de mayores para entregarles su medicación en SPD, realizar seguimiento y medición de parámetros (tension arterial, peso…). Una labor que contaba con el apoyo y subvención del Ayuntamiento y que ahora debe dejar de realizar. En la misma época en la que en la Asamblea de Madrid se debate regular la AF Domiciliaria (vía nueva Ley de Farmacia), la Dirección General de Inspección y Ordenación de la Consejería de Sanidad ha ordenado —a raíz de una denuncia del Colegio de Enfermería— el “cese inmediato de esta actividad”. Según argumenta, “esta actividad se ha implementado sin colaboración alguna de los profesionales de AP del Sermas y no puede incluirse entre ninguna de las actividades que se realizan (las farmacias) en el convenio de colaboración entre Consejería y COF Madrid”. Precisamente, el COFM siempre ha manifestado que el objetivo de recoger la AF Domiciliaria en la nueva Ley es dar sustento legal a funciones que ya hacen las boticas en su día a día como únicos sanitarios en zonas rurales.