La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, sigue empeñada en defender la llegada de la sede de la Agencia Europea de Medicamentos a Barcelona pese a los acontecimientos de las últimas semanas y que no hacen sino que el resto de candidaturas afilen los colmillos de cara a aprovechar cualquier síntoma de flaqueza de la candidatura más completa para acoger la EMA. Después de un tiempo de ausencia de cualquier evento sanitario, más centrada en aportar su granito de arena para intentar reconducir el disparate en el que se ha convertido el ‘asunto catalán’, Montserrat acudía a la presentación del Tratado de Derecho Farmacéutico, obra co-dirigida por el abogado y colaborador de EL GLOBAL, Jordi Faus y el profesor José Vida. Animada, entre otras cosas, por su condición de abogada, la ministra utilizó su intervención para defender de manera rotunda la candidatura de Barcelona. Y además lo hizo mediante una decidida defensa de la aportación del sector farmacéutico al desarrollo de España y destacando el altísimo nivel investigador del que goza España hoy por hoy. Una posición de liderazgo que debería ser refrendada con la llegada de la Agencia Europea de Medicamentos a Barcelona. Porque pese a quien pese es la mejor colocada y la única candidatura que está preparada para asumir la actividad de la institución europea prácticamente desde el minuto uno. Montserrat, con una rotundidad propia de quien conoce la enorme oportunidad que supondría la llegada de la EMA, aseguró que se sigue trabajando para que eso suceda. Que pese “a los que dicen amar Cataluña, estamos trabajando para recuperar la tranquilidad democrática y económica de Cataluña para asegurar la llegada de la EMA. No nos lo están poniendo fácil. Pero juntos llegamos más lejos y la EMA es un proyecto que une y que nos devuelve la tranquilidad para seguir avanzando”.
La claridad mostrada por la ministra en la presentación del Tratado de Derecho Farmacéutico es la necesaria en un momento clave. Porque más allá de la posible llegada o no de la EMA a Barcelona está el mantener un desarrollo de la innovación en España acorde al esfuerzo de todo el sector sin que los delirios o el enfrentamiento hagan mella en una realidad que cuesta mucho construir y que puede desmoronarse en un suspiro.
La rotunda defensa de la ministra
a la candidatura de Barcelona a la EMA es la necesaria, el momento es clave
