A falta del marco general, es tranquilizador pensar que la negociación que está sobre la mesa puede por fin olvidar el mito de que el gasto farmacéutico es insostenible.
| 2018-11-23T12:31:00+01:00 h |

Todos en algún momento habremos experimentado la sensación de tener alguna duda y resolverla de la forma más inesperada: leyendo un libro, hablando con alguien, o caminando por la calle. Lo que para algunos es una coincidencia, para otros es la conexión del individuo con su entorno. Fue el psiquiatra Carl G. Jung quien acuñó el término de ‘sincronicidad’ para referirse a la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera no casual. Gasto farmacéutico y Economía de la Salud han ido de la mano desde sus inicios; pero algo de sincronicidad debe haber cuando, en un momento crítico de preocupación en torno a la introduccion de la innovación, un grupo de economistas presenta, no un estudio, sino EL estudio, que todo decisor o formulador de políticas debería leer.

El trabajo Projecting Pharmaceutical Expenditure in EU5 to 2021: Adjusting for the Impact of Discounts and Rebates, liderado por los economistas Jaime Espín y Jorge Mestre, no sólo aporta tranquilidad al siempre tenso debate en torno a la sostenibilidad del gasto farmacéutico. También demuestra que, lejos de ser algo alejado del día a día, la Economía de la Salud es una ciencia pegada a la realidad.

Que los gestores están preocupados, es evidente. A nivel estatal, apenas hemos empezado a hablar de la financiación de las CAR-T y resto de CARs. Pero el debate más importante, el del modelo general, y concretamente el de cómo se abordará la innovación, sigue en la más absoluta de las incógnitas: legislativa, presupuestaria y electoralmente. Ante esta situación, no es de extrañar que vaya a suceder lo menos deseable: que, en lugar de solventarse en el CISNS, sean las autonomías a título particular las que negocien con la industria. El peligro es evidente: abrir aún más la brecha de un mercado ya fragmentado, con las consiguientes posibles implicaciones en cohesión y equidad.

Esta semana, Jesús Fernández Sanz ha puesto el énfasis en la compra por valor en Castilla-La Mancha. Pide abandonar la compra desde un pundo de vista cuantitativo, como también opinan Espín y Mestre, partidarios de maximizar los resultados sin olvidar las restricciones presupuestarias. A falta del marco general, es tranquilizador pensar que la negociación que está sobre la mesa puede por fin olvidar el mito de que el gasto farmacéutico es insostenible.

A nivel estatal, apenas hemos empezado a hablar de la financiación de CAR-T y del resto de CARs