J. Ruiz-Tagle Madrid | jueves, 25 de octubre de 2018 h |

¿Se imagina qué pasaría si cada cuatro días se estrellase en nuestro país un avión? Seguramente el caos se había apoderado de la población. Sin embargo, a un problema con las mismas cifras de mortandad no se le presta la menor atención. Las resistencias a los antibióticos son un problema de salud mundial y España es especialmente sensible por el mal uso que se ha dado a los antibióticos. 35.000 muertes cada año se producen en los centros hospitalarios de nuestro país. A nivel mundial, la cifra será de 10 millones de personas en el año 2050. Y si se le ponen cifras económicas a este problema de salud pública los estudios hablan de hasta 40.000 euros por paciente infectado por una bacteria multirresistente.

Pero, ¿cuál es la incidencia que tiene el mal uso de antibióticos? La respuesta se encuentra en un principio darwiniano. Las bacterias causantes de las distintas infecciones han evolucionado y han aprendido a defenderse de este tipo de medicamentos. El mal uso ha creado las llamadas bacterias multirresistentes, capaces de sortear al arsenal terapéutico del que gozan nuestros hospitales. Pero, además, la innovación farmacéutica lleva tiempo sin mirar hacia la investigación de nuevos antibióticos, dejándonos a merced de estas ‘súperbacterias’.

Este panorama ha aterrizado en el Congreso de los Diputados. La semana pasada, tres sociedades científicas (Seimc, SEFH y Sempsph) organizaron una jornada con multitud de expertos en la Cámara Baja con el objetivo de poner en la agenda este problema a de salud pública que, por su carácter silente, está pasando desapercibido. Las soluciones pasan por la formación, la financiación y la norma. “La responsabilidad es compartida entre profesionales, ciudadanos y políticos. Existe un déficit de recursos, necesitamos financiación para las novedades terapéuticas y rapidez en el diagnóstico. Además, se necesita acción legislativa para reconocer la especialidad de infecciosas”, aseveró el presidente de la Seimc, José Miguel Cisneros. Acompañando estas palabras, su homólogo en la SEFH, Miguel Ángel Calleja, también instó a “priorizar el uso adecuado de antimicrobianos”.

Y, hasta ahora, ¿no se ha hecho nada? Sí que ha habido acciones, tanto a nivel nacional como autonómico. Desde la Agencia Española del Medicamento se trabaja desde el año 2014 en el PRAN. Los datos presentados por César Hernández, jefe del Departamento de medicamentos de Uso Humano de la Agencia señalan que el consumo de antibióticos ha descendido en un 4,4 por ciento, cifra insuficiente aún según los expertos. A partir de 2019 se relanzará este programa de uso adecuado de antibióticos y el mayor objetivo es trabajar codo con codo con las comunidades autónomas para sumar esfuerzos y conseguir logros globales. Hay que recordar en este punto que algunos territorios como Andalucía o Aragón también tienen su propio plan contra las resistencias antimicrobianas.