Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

El debate de la primera moción que ha llegado al Senado para analizar la Sanidad ha puesto de manifiesto que es imprescindible que se reflexione y si es posible se acuerden cambios en algunas políticas. Está claro, por ahora, que no todos los grupos están en la misma onda en cuanto al segundo objetivo. Tras no recibir el apoyo mínimo requerido de cuatro grupos, el Pleno de la Cámara Alta no llegó a votar una enmienda transaccional pactada entre PP y PSOE, que de prosperar habría podido suponer la apertura de una nueva mesa de diálogo en el Parlamento, con vistas a un nuevo intento de pacto sanitario.

En este caso, las piedras en el camino fueron dos: la universalidad y el Fondo de Cohesión. El primer asunto era clave para Podemos; el segundo, para el grupo vasco. En ambos casos, su postura fue la misma. Hablar sobre ambos temas, pero desde la situación previa al 16/2012. O sea, derogándolo primero. La moción original presentada por el portavoz de Sanidad del PSOE, José Martínez Olmos, reflejaba ambos puntos, pero ninguno formó parte de los nueve pactados con su homólogo del PP, Antonio Alarcó.

Finalmente no sólo no se votó la transaccional, sino que la moción también quedó rechazada, con 141 votos en contra, 99 a favor y 6 abstenciones. Y ello a pesar de que Martínez Olmos apuntó a que si se formaba la Mesa de Trabajo también tocaría hablar de universalidad, del Fondo de Cohesión y de la propia financiación del SNS. “Un sistema que tiene en torno a 7.000 millones de euros de déficit cada año requiere que las Cortes Generales hablemos de cómo tiene que ser financiado para que ese déficit no condicione por sí mismo las decisiones de gestión que se adoptan en las comunidades autónomas”, dijo.

Alarcó refrendó la enmienda como “un compromiso serio y formal para que la sanidad siga siendo la que es, sostenible, y aborde problemas muy importantes, uno de ellos la demografía”. Además, reconoció la necesidad de “pactar una cartera de servicios” entre los grupos y de aumentar los recursos sanitarios.

Nada de ello caló en los grupos, salvo en María del Mar Julios, senadora de CC adscrita al Grupo Mixto. Su nombre va asociado al único pacto global (el de 2002) que se ha suscrito en el SNS. Firme defensora de buscar otro acuerdo, pidió acabar con los “discursos vacíos” y con la idea de que se puede hacer más con menos. “No se pueden dar más prestaciones, fármacos o intervenciones si cada vez hay más recortes — resaltó—, porque esto perjudica fundamentalmente a la calidad de la asistencia que se está prestando. No se puede seguir incumpliendo legislatura tras legislatura la Ley de Calidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud, que dice claramente que nuevas prestaciones, que nuevos medicamentos, que nuevas intervenciones que se aprueben tienen que venir con la financiación correcta y ser aprobadas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera”.

La transaccional PP/PSOE que se perdió en el Senado

Proponer en las Cortes Generales la creación de una Mesa de Trabajo que aborde el estudio del conjunto de medidas y reformas para buscar el máximo consenso de los grupos parlamentarios y que den respuesta a los desafíos de universalidad, equidad y sostenibilidad a los que se enfrenta el SNS

Que el copago farmacéutico no sea una barrera en el acceso a los fármacos.

Se creará un fondo sanitario que permita que los CSUR y los medicamentos huérfanos se financien con cargo a dicho fondo.

Aprobar el RD por el que se regula la gestión del FOGA.

Promover, a través del CISNS, la utilización conjunta de recursos asistenciales de alta complejidad o alto coste por parte de las distintas CC.AA.

Promover medidas para eliminar la precariedad y la temporalidad en la cobertura de las necesidades de profesionales sanitarios.

Presentar una ley que regule políticas que permitan una muerte digna de las personas en el proceso final de su vida y el derecho a que sean ayudadas con cuidados paliativos, pero sin abordar la eutanasia activa o sedación final inadecuada.

Un plan estratégico para el fortalecimiento de la sanidad en Ceuta y Melilla.

Solicitar al Gobierno que elabore una norma por la que se establezcan las garantías de calidad y seguridad en la prestación de la asistencia sanitaria.