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J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 02 de noviembre de 2018 h |

En España, durante el año 2017, se produjeron alrededor de 330.000 fracturas por fragilidad. El coste sanitario asociado a estas patologías es de 4.200 millones de euros y, según las previsiones, el coste crecerá más de un 30 por ciento en el 2030, por lo que podría alcanzar los 5.500 millones. Cambiar la imagen de esta fotografía es la intención de 28 entidades que se dieron cita en la Organización Médica Colegial para respaldar un manifiesto que apuesta por la prevención.

A los presentes se les unió el portavoz de Sanidad por el PSOE en el Congreso de los Diputados, Jesús María Fernández. El diputado reconoció la necesidad de elaborar una estrategia de envejecimiento saludable. “Debería contener la mejora de la nutrición, evitar el abuso del alcohol, la promoción del ejercicio físico o la ergonomía en el domicilio”, aseveró. Sin embargo, en el registro del Congreso de los Diputados no hay registrada ninguna iniciativa al respecto, a lo que Fernández señaló que “deberían registrarla” próximamente.

Pero junto a esta iniciativa política hay varios logros que señalar en el ámbito médico. La Sociedad Española de Reumatología, a través de su presidente Juan Gómez Reino, señaló que se han emprendido acciones para “caracterizar el volumen del problema” y los primeros resultados que han obtenido indican que por encima de los 40 años el 2 por ciento de la población española sufre una fractura. “Además, el riesgo en mayores de 70 es muy alta”, añadió Reino.

Junto a la prevención, otra de las características que debe tener el abordaje de las fracturas óseas es su carácter multidisciplinar. “Se ha venido implementando en los últimos años un modelo asistencial en Unidades multidisciplinares de Fractura (FLS, por sus siglas en inglés)”, señaló la vicepresidenta de la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral (SEIOMM), María Jesús Moro-Álvarez. Estas unidades funcionan como una “ventanilla única” y multidisciplinar donde se identifica, trata y apoya a los pacientes con fracturas osteoporóticas. Sin embargo sufren del mal de la excesiva variabilidad. “Estamos trabajando en una metodología común y realizando un registro nacional de fracturas osteoporósicas”, explicó.

El problema de las fracturas óseas está aumentando a pesar de contar con fármacos que pueden evitarlo. “Nos dimos cuenta de que hay que invertir en nuevos fármacos y reorientar el Sistema Nacional de Salud”, añadió Moro-Álvarez. Además, hay que sumar el drama de que existen muchos pacientes que se están refracturando “conllevando grandes costes”.

En la presentación del informe también participaron la Alianza General de Pacientes (AGP), la Unión General de Trabajadores (UGT) y la asociación Aecosar. La presidenta de esta última entidad, María Antonia Robles, volvió a incidir en la importancia de la prevención en las fracturas óseas. “Es imprescindible para el paciente la prevención… no queremos llegar a la primera fractura ya que supone un alto coste tanto emocional como económico”, dijo al tiempo que incidió en la necesidad del diagnóstico precoz. “No existe un protocolo de detección y este manifiesto ayuda a poner el primer peldaño”, remató en la línea a su homólogo de la AGP, Juan Manuel Ortiz. “Este manifiesto supone llevar la voz del paciente a la sociedad”, dijo.

Por último, desde UGT, la secretaria de Políticas Sociales, Eva López, también señaló que “si la administración fuese inteligente invertiría en políticas de prevención porque son las que verdaderamente ahorran”. Además, señaló la importancia de poner sobre la mesa el problema de las fracturas óseas.