Carmen M. López | lunes, 26 de marzo de 2018 h |

Las profesiones sanitarias están inquietas por el retraso en las negociaciones con el Ministerio de Sanidad. La semana pasada enfermería posponía la Conferencia sectorial de Enfermería por el ‘desplante’ de algunas comunidades autónomas. El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez, analiza con GM el panorama profesional.

Pregunta. ¿Cuáles son las principales prioridades para la profesión enfermera a las que el Ministerio tiene que hacer frente?

Respuesta. Coinciden con los temas que intentamos tratar en el amago de Conferencia Enfermera que vivimos la semana pasada en el Ministerio de Sanidad. Fundamentalmente son: el proceso actual de regulación de la prescripción enfermera; la situación actual de empleo en la profesión y las medidas para reducir el paro y ampliar las plantillas; la necesidad de consolidar de una vez por todas la implantación de las especialidades enfermeras en el Sistema Nacional de Salud para aprovechar de verdad el potencial asistencial de la profesión; la ordenación del tiempo de trabajo; y los nuevos espacios profesionales que ya están ocupando las enfermeras con evidencia clara de sus beneficios para los pacientes como son, por ejemplo, la enfermera gestora de casos o la enfermera escolar en centros educativos.

Otra prioridad importante es hacer frente de una vez a la escasez de enfermeras que lleva años arrastrando nuestro país. En la actualidad España tiene 283.000 enfermeras, lo que supone 563 profesionales por cada 100.000 habitantes. Estas cifras están muy alejadas de las que tienen el resto de países europeos. En resumen, nuestro sistema sanitario necesitaría más de 90.000 enfermeras para llegar a la media europea de 761 enfermeras por cada 100.000 habitantes. Esta demostrado científicamente y ratificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la escasez de enfermeras en el sistema sanitario disminuye la seguridad de los pacientes incrementa y multiplica el riego de la mortalidad.

Además, esta situación de escasez de profesionales resulta aun más alarmante si tenemos en cuenta que el futuro de nuestra sociedad está marcado por el incremento de pacientes crónicos, el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento sostenido de la población. Y ante esta tesitura solo cabe cambiar el actual sistema asistencial tan centrado en el curar, por otro que otorgue el protagonismo en el cuidar y en el que, lógicamente es imprescindible el protagonismo de la profesión enfermera cuya esencia misma son los cuidados.

Gracias a la magnífica relación que mantenemos con el Sindicato de Enfermería SATSE, con las Sociedades Científicas y con los estudiantes y las Facultades, la enfermería española está más unida que nunca y en los próximos meses vamos a poner en marcha varias líneas de trabajo dirigidas a conseguir, entre todos, una enfermería que pueda dar respuesta las necesidades reales de una sociedad que camina hacia un escenario marcado por el incremento de los pacientes crónicos, polimedicados y pluripatológicos. Una realidad asistencial, en la que, por cierto, resulta imprescindible la aprobación del Real Decreto de Prescripción enfermera para dotar a los profesionales de las herramientas necesarias para poder prestar los mejores cuidados posibles a la población, garantizando en todo momento a los profesionales su seguridad jurídica

P. El ‘desplante’ de las CC.AA. durante la Conferencia de Enfermería –tras cinco años esperándola- fue evidente, aunque se ha conseguido que se celebre como antesala del próximo CISNS, ¿qué esperan de este encuentro?

R. Efectivamente el pasado martes acordamos con la Ministra de Sanidad y con los representantes de las Comunidades Autónomas hacer coincidir la Conferencia Enfermera con el próximo Consejo Interterritorial del SNS que, según estimaciones del Ministerio tiene que celebrarse antes del próximo 28 de abril.

De cara a la futura Conferencia, nuestro objetivo es trazar una hoja de ruta con los responsables de la sanidad de cara a garantizar unos cuidados enfermeros acordes a las necesidades presentes y futuras de la población. Por tanto, resulta del todo incomprensible tanto el retraso acumulado de más de cinco años, como la no asistencia de la inmensa mayoría de los consejeros este martes. Representamos a 300.000 enfermeras y enfermeros y tenemos un compromiso primero con pacientes y ciudadanos, y después con los profesionales. Por eso, en la Organización Colegial de Enfermería tenemos claro que nuestra obligación es trabajar con quienes tengan la responsabilidad de gestionar la sanidad para conseguir una sanidad mejor para todos.

P. En materia de empleo, la profesión médica está encabezando protestas, ¿se plantean seguir el mismo camino de no llegar al consenso?

R. Esperemos que no sea necesario. Lo cierto es que existe una preocupación acuciante respecto a temas como son la falta de voluntad en el desarrollo de las especialidades; la escasez de profesionales que acabamos de comentar y que resulta del todo incomprensible si las comparamos con las tasas de desempleo enfermero existentes: faltan más de 90.000 enfermeros para alcanzar las cifras de Europa y, sin embrago, el pasado mes de febrero había casi 9.000 profesionales en situación de desempleo; la necesidad de dotar de seguridad jurídica a la prescripción enfermera que realizamos de forma continua en nuestras actuaciones asistenciales diarias.

Como es bien sabido, estamos especialmente indignados con de un movimiento autodenominado “farmacia comunitaria” y que, sin contar con regulación legislativa alguna, pretende que las farmacias puedan llevar a cabo actuaciones asistenciales con los pacientes crónicos, tanto en la botica como a domicilio. Y además se pretende cobrar por ello al paciente, al sistema sanitario o a las mutuas. Desde la Organización Colegial de Enfermería respetamos el importante rol de los farmacéuticos en el marco del medicamento, pero esta profesión hermana debe ser consciente de sus límites a la hora de ejercer.

En este caso, nuestra indignación se dirige especialmente a las Consejerías de Sanidad que está entrando en este juego. No entendemos ni toleramos que haya administración públicas, que acepten estas propuestas y menos si eso implica arriesgar la salud de las personas, menoscabar la legislación vigente o frivolizar acerca de unas supuestas nuevas funciones que son competencia exclusiva y excluyente de las enfermeras y los médicos, sobre todo de las especialidades reconocidas por Ley: Enfermería Familiar y Comunitaria y Medicina de Familia y Comunitaria.

P. ¿Qué cifras de ‘precariedad y temporalidad laboral’ existen a día de hoy en el colectivo?

R. En España existe una escasez de enfermeras que se agudiza ante el hecho de que, en 2017, de media más de 7.600 profesionales se encontraron en situación de desempleo.

En febrero de 2013 el paro en nuestra profesión alcanzaba su récord histórico con casi 20.000 enfermeros desempleados, pues ante los recortes sanitarios los gestores optaron por despedir enfermeras para cuadrar sus cuentas. Sin embargo, seis años después, cuando a nuestros políticos se les llena la boca hablando de la recuperación económica, la enfermería no ha visto recuperar las cifras de ocupación anteriores a la crisis. De hecho, según el último dato del Servicio Público de Empleo Estatal, de febrero de este año, casi 8.800 enfermeros están en el paro.

En el ámbito sanitario, el desempleo no es lo único que se ceba con la enfermería, también lo hace la precariedad laboral: el 98% de los contratos firmados en 2017 fueron temporales. De hecho, los Servicios Públicos de Empleo registraron un total de 30.229 contratos acumulados durante los doce meses, a un total de 13.545 enfermeros. El empleo enfermero sigue siendo profundamente cíclico: se contrata para cubrir los periodos vacacionales, principalmente Navidad y verano, y despiden justo después. Con el hándicap de que sólo se cubren entre el 70% y el 80% de las necesidades reales de sustituciones.

Además, todavía está por ver qué sucederá con las diversas oposiciones que se están convocando, tanto la nacional, como las de distintas Comunidades Autónomas -aquí también cada uno parece hacer la guerra por su cuenta- pues más que ampliar plantillas, como sería necesario, parece, por las cifras que están publicando, que todo se va a limitar a una consolidación de empleo, insuficiente para las necesidades presentes y futuras de nuestro sistema sanitario.

P. El decreto de prescripción enfermera está próximo a ver la luz, ¿qué le queda?

r. El pasado 23 de enero mantuve una reunión con la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat y el secretario general de Sanidad, Javier Castrodeza, y ambos se comprometieron personalmente conmigo en que el Decreto de prescripción enfermera estará publicado en el Boletín Oficial del Estado el próximo mes de mayo. Este mismo mensaje y compromiso le fue trasladado días después al presidente del Sindicato de Enfermería SATSE, Manuel Cascos, así que no cabe otra opción que su cumplimiento, algo que no ponemos en duda porque la ministra ha dado sobradas muestras de su voluntad de arreglar este asunto trascendental para el futuro de la Sanidad española, máxime tras el acuerdo adoptado con la profesión médica a través de su Consejo General y su sindicato CESM