GM Madrid | viernes, 03 de febrero de 2017 h |

El 37 por ciento de los ensayos clínicos realizados en España, contando tanto los promovidos a iniciativa de la industria farmacéutica como los impulsados por entidades públicas, se desarrollan en el ámbito de la oncología, frente al 24 por ciento de la media europea. Así lo refleja el Registro Europeo de Ensayos Clínicos (EudraPharm) correspondiente a 2015. Además, la investigación y el desarrollo de los nuevos antitumorales, cuyos ensayos son de mayor complejidad, centra una parte muy importante de los esfuerzos que en materia de investigación lleva a cabo la industria innovadora.

En concreto, según los datos del Proyecto BEST el 50 por ciento de los ensayos clínicos llevados a cabo en España por la industria en 2015 en colaboración con hospitales y centros de investigación se han desarrollado en el ámbito de la oncología.

Es el hecho de contar con profesionales sanitarios de prestigio, con un sistema sanitario que figura entre los mejores del mundo, y el compromiso de la industria farmacéutica lo que ha puesto a España a la cabeza de los países de Europa con las mejores condiciones para la investigación de nuevos fármacos contra el cáncer. Además, la aprobación del nuevo Real Decreto de Ensayos Clínicos también ha contribuido a ello.

Lo cierto es que el interés por la investigación clínica en oncología ha ido creciendo. En un contexto de incidencia creciente de los casos de cáncer, los ensayos clínicos de nuevos antitumorales han ido ganando importancia en la última década respecto a otras áreas terapéuticas.

De este modo, la presencia de este tipo de investigación respecto a la que desarrolla en torno a otras patologías ha crecido casi un 20 por ciento en la última década, pasando de representar el 30,6 por ciento de todos los ensayos clínicos entre 2004-2008 al 35,4 por ciento entre 2009-2013 y llegando finalmente a alcanzar el 50 por ciento en 2015.

En los últimos años también ha crecido el interés de los centros sanitarios por participar en estos ensayos. Así lo refleja el Proyecto BEST. Mientras que en 2004-2008 sólo el 27,5 por ciento de las participaciones de los hospitales en ensayos clínicos correspondían a oncología, entre 2014 y el primer semestre de 2016 el porcentaje de participaciones de los centros con investigación clínica en ensayos de nuevos antitumorales fue ya del 40,7 por ciento.

Todo ello está permitiendo que España figure, junto con Alemania, Bélgica, Francia, Hungría e Italia, entre los seis países de Europa con menor plazo para iniciar un ensayo clínico en oncología, con sólo 139 días desde que se presenta la documentación hasta que arranca el proceso.

Costes estables

Pese a que la incidencia del cáncer sigue creciendo, los fondos destinados a combatir esta enfermedad se mantienen estables, en términos relativos, desde hace dos décadas.

Así, pese a que el citado incremento de la incidencia hace que en Europa el cáncer sea ya el responsable de una de cada cuatro muertes, el tratamiento de la enfermedad no ha superado en los últimos 20 años, de media, el seis por ciento del total del gasto sanitario en Europa, según recoge un informe del Instituto Sueco de Economía de la Salud realizado en 2016.

La principal causa de que este capítulo del gasto sanitario se haya mantenido estable a lo largo de los años pese al notable incremento de la incidencia del cáncer, concluyen los autores del informe, es el desarrollo de nuevos antitumorales con cada vez menos efectos secundarios y administración oral que han permitido que muchos pacientes que antes se trataban en el hospital puedan ahora seguir su tratamiento de forma ambulatoria.

Asimismo, el coste de los antitumorales solo supone el 23 por ciento del coste del abordaje sanitario del cáncer en los países europeos, un porcentaje que cuatro años antes era algo inferior. Los autores del estudio sostienen que este incremento relativo responde más a la moderación del crecimiento o incluso la caída de otros capítulos de gasto vinculados al cáncer, como la reducción del tiempo de hospitalización.

Por su parte, la factura relativa al gasto en innovaciones contra el cáncer en España se ha mantenido estable desde 2009 a pesar del aumento de la incidencia registrado en estos años, supone siempre en torno al 10 por ciento del gasto farmacéutico total (incluyendo hospitales y farmacias), y ello pese a que en los últimos cuatro años se han incorporado al arsenal 33 nuevos antitumorales, según datos de Farmaindustria.

Por otro lado, los nuevos antitumorales han tenido un papel protagonista junto a otros factores como los avances en cirugía y radioterapia o los esfuerzos en materia de detección precoz, al conseguir mejores tasas de supervivencia en las últimas décadas.

Las últimas estimaciones ponen de manifiesto que la supervivencia relativa de los pacientes con cáncer es similar a la del resto de países del entorno, situándose en un 53 por ciento a los cinco años, un dato que dibuja una tendencia ascendente respecto a los periodos anteriores.