C.M.López Barcelona | viernes, 09 de marzo de 2018 h |

La Comisión Europea está trabajando en una propuesta para el programa marco que sucederá a Horizonte 2020.

Esto se llevará a cabo en el contexto de la propuesta de la Unión Europea para el próximo presupuesto a siete años dentro del marco financiero plurianual.

Como avanzó Gonzalo Arévalo, del Instituto de Salud Carlos III, durante XI Conferencia Anual de Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica, se trata del FP9.

Un programa más ambicioso que H2020, que presumiblemente contará con una financiación de algo más de 100.000 millones de euros.

Todo esto es un indicador de que desde hace años, “la evolución presupuestaria va en aumento”, dando oportunidad a más proyectos de investigación.

A punto de acabar Horizonte 2020, el experto considera que es el momento de aprovecharlo y así allanar el camino a la próxima estrategia. “Aunque, se desconoce la financiación para 2019-2020, el presupuesto de 2016 rondaba los 700 millones de euros, que pasaron a ser al año siguiente cerca de 1.000”, explicó Arévalo, lo que a su juicio indica que si hay más financiación, hay más oportunidades.

En este sentido, España no debe perder la oportunidad y tiene que seguir abriéndose paso entre los proyectos europeos.

Otro ejemplo es la Innovative Medicina Iniciative (IMI). Estos proyectos, como explicó Marta Gómez, (CDTI), están acelerando el proceso de desarrollo de medicamentos, generando nuevos conocimientos científicos y desarrollando recursos para uso abierto por parte de la comunidad investigadora. Además, algunas de estas iniciativas ya están entregando beneficios directos a los pacientes. Sin embargo, en España “costó entenderla”, apunta Gómez. En su inicio, IMI contó con 3.200 millones de euros para mejorar el proceso de elaboración del medicamento. “Hay oportunidades y dinero”, aseguró.

Así para continuar con el trabajo, los expertos ya están centrados en el IMI2 y se empieza a esbozar el IMI 3, sin embargo, tienen un reto: atraer e integrar a la industria y a las pymes.

En este contexto, todo apunta que la colaboración público-privada en el contexto europeo va por buen camino.