J.Arrazola

Madrid

| viernes, 13 de octubre de 2017 h |

“Está claro que la psoriasis afecta de manera importante en la vida diaria. Lo vemos 10 minutos, pero luego el paciente tiene que ir al gimnasio, a la piscina… Es una enfermedad de la piel que condiciona la vida social”, explicó Diana Ruiz, dermatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, durante el encuentro ‘El paso lógico’, organizado por la compañía farmacéutica Celgene.

Diferentes estudios han puesto de manifiesto que la depresión e incluso las conductas suicidas son más comunes en este tipo de pacientes, “sobre todo en las psoriasis más graves y en los varones más jóvenes”, añadió Ruiz.

El dermatólogo del Hospital Central de Asturias, Pablo Coto, subrayó que es un problema difícil de abordar ante el alto número de pacientes y el tiempo limitado del que dispone el médico en la consulta. Sin embargo, los especialistas encuentran soluciones a este problema. “El impacto emocional de la psoriasis es muy importante para los pacientes. Quizás nosotros no le damos tiempo en las consultas, pero sí que lo tenemos en cuenta y lo evaluamos. Hay psoriasis leves que tienen un alto impacto emocional y al contrario. En lo que estamos más deficitarios es en el apoyo psicológico externo. En nuestra unidad no contamos con el apoyo de un psicólogo y tratamos de suplirlo con una atención continuada”, explicó Laura Salgado, dermatóloga del Complexo Hospitalario de Pontevedra.

“¿Quiénes somos nosotros pare decir si es una psoriasis moderada? Eso lo decidirá el paciente si lleva 25 años de evolución. Debemos conocer mejor la historia del paciente”, apostilló el insistió Pedro Herranz, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz. Más allá de la comorbilidad psiquiátrica o psicológica, “hemos aprendido a valorar al paciente en su conjunto con riesgo de comorbilidad a nivel metabólico, cardiovascular en las formas graves… Y es un paciente que está sufriendo. Ese abordaje global nos permite tomar decisiones más correctas, pero tenemos la ventanita puntual del tiempo y ahí nos quedamos. Y ese es posiblemente el mayor riesgo que tienen nuestros pacientes para no ser tratados con la intensidad que se merecen en muchos casos”.

Estigma social

Coto insistió en el estigma social de la enfermedad y las dificultades que pueden encontrar los pacientes en su día a día, como la imposibilidad de acceso a ciertas oposiciones como las de policía y el ejército.

“Según nuestros instrumentos de medida puede ser un paciente leve, pero si necesita estar de cara al público y tiene afectación facial… Son necesarias y ya se está trabajando en ello medidas complementarias con los pacientes. No es lo mismo una psoriasis en zona genital o en cuero cabelludo que en la zona lumbar. Por extensión pueden ser parecidos o no pero la afectación en la vida afectiva o en la vida íntima no tiene nada que ver”, advirtió el especialista.

Como señalaba Ruiz, el problema puede impactar de forma más importante en los más jóvenes. El jefe de Dermatología pediátrica del Hospital Universitario La Paz, Raúl de Lucas, destacó que apremilast “a la espera de completar los ensayos clínicos, es un fármaco oral, de fácil aplicación, muy prometedor en la psoriasis pediátrica”.

Ante las necesidades de los pacientes, en los próximos años continuarán llegando al sistema nuevos tratamientos contra esta enfermedad. Andrea Passalacqua, director de la Unidad de Inmunología e inflamación de Celgene, subrayó que “estas áreas están en constante crecimiento y en rápida expansión en investigación y desarrollo”. Passalacquua puso en valor este tipo de reuniones entre especialistas que “facilitan el intercambio de experiencias y del conocimiento científico que facilita la mejora de resultados en el tratamiento de los pacientes con psoriasis”.


Estudios han señalado que la depresión y las conductas suicidas son más comunes en este tipo de pacientes



Los especialistas encuentran dificultades para medir el impacto de la enfermedad en el paciente