Mar Barberà Barcelona | viernes, 20 de octubre de 2017 h |

A pesar de que hasta el 20 de noviembre no se sabrá cuál es el veredicto final sobre la ubicación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), los pasos que se están dando a favor de la candidatura de Barcelona parecen, cuando menos, satisfactorios.

Según el informe que publicó, a finales de septiembre, la Comisión Europea, la ciudad cumple todos los criterios exigidos. Aun así, a pesar de que la candidatura barcelonesa cumple con los criterios requeridos, tiene que competir con otras ciudades favoritas como Copenhague, Viena, Dublín, Amsterdam, Bratislava o Milán. Uno de los criterios que Barcelona responde con creces es el hecho que ya dispone de un edificio listo para garantizar un traslado eficaz y rápido. La sede propuesta, la Torre Glorias, es decir, la antigua Torre Agbar, un edificio que tiene capacidad para albergar las más de 900 personas que trabajan actualmente en la EMA. En cambio, el caso de una de las ciudades rivales, Amsterdam, todavía tiene que construir el edificio.

Otros requisitos que también cumple Barcelona son, por ejemplo, tener un aeropuerto internacional, así como también escuelas internacionales y una gran capacidad hotelera.

Elección basada en criterios técnicos

Por su parte, el Consejo Europeo, ha vuelto a dejar claro, en la reunión del 18 de octubre, que la elección de la nueva sede de la EMA se basará estrictamente en criterios técnicos. Uno de los aspectos que no se han abordado en esta reunión ha sido el tema de la posible independencia de Cataluña. Desde el inicio del proceso, Europa dejó claro que este era un asunto interno que tenían que resolver Cataluña con el Gobierno central.

Un asunto que, a pesar de que todavía no está resuelto, se ha quedado apartado, al menos, durante la presentación oficial que se ha hecho, también este 18 de octubre en Bruselas. Una presentación que ha contado con la presencia del consejero de Salud, Antoni Comín, junto con la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. “Barcelona es la opción que mejor garantiza que la EMA continuará siendo la EMA y que conservará su calidad y reputación”, ha indicado Comín quién ha subrayado que la colaboración entre las instituciones y la sociedad civil que también se han implicado a fondo: universidades, colegios profesionales, industria farmacéutica, asociaciones empresariales, sindicados, asociaciones de pacientes, etc. El titular de Salud ha remarcado la colaboración de las tres instituciones implicadas con este proyecto, el ejecutivo español y el Ayuntamiento de Barcelona. “Creemos que el diálogo, la cooperación y la buena fe son el instrumento correcto a la hora de afrontar la relación entre diferentes gobiernos y Europa es un ejemplo”, ha sentenciado Comín.