C.M.L. Madrid | viernes, 18 de noviembre de 2016 h |

La especialidad de infecciosas y que la microbiología no entre en la troncalidad permanece como dos de los grandes objetivos de la Sociedad Española de Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) desde hace tiempo.

Este reconocimiento no existe en España, a pesar de que sí lo está en la mayoría de países desarrollados. De este modo, desde la Seimc recuerdan que la ONU y la OMS ratifican esta necesidad de contar con profesionales sanitarios especializados para combatir problemas mundiales como la resistencia antimicrobiana. Precisamente España destaca negativamente en este aspecto, con un consumo elevado de antibióticos.

Rafael Cantón, presidente de la Seimc, defiende la no troncalidad de la microbiología clínica ya que “de seguir adelante el desarrollo del Real Decreto deTroncalidad, el tiempo que se dedicará a la formación específica en microbiología a los futuros residentes se verá muy reducido, comprometiéndose su capacidad de respuesta ante futuras crisis sanitarias”. Por su parte, José Miguel Cisneros, vicepresidente de la sociedad, insiste en la necesidad de este reconocimiento, que es ahora más necesaria que nunca para luchar contra las resistencias antimicrobianas (RA)”.

Una de las razones que justificarían esta especialización son los Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA), una estrategia de calidad asistencial basada en la formación. Su objetivo es mejorar los resultados clínicos de los pacientes con infecciones, minimizar los efectos adversos asociados a la utilización de antimicrobianos, incluyendo aquí las resistencias, y garantizar la utilización de tratamientos coste-eficaces y establecer recomendaciones para su implantación en los hospitales.

En este sentido, hacer obligatorios estos programas y dotarlos de medios es necesario para avanzar contra “la amenaza mundial” que suponen las RA. Sin embargo, aunque su eje principal sea la formación de los expertos, “¿quién debe impartirla si no existe especialidad?”, se preguntan los expertos.

Una cuestión que debe ser resuelta en breve, ya que como indica Cantón las cifras estiman que “este año morirán 700.000 personas en el mundo por infecciones causadas por bacterias multirresistentes y, de seguir así, en 2050, 10 millones de personas fallecerán cada año, superando las muertes por cáncer”. A nivel europeo, las bacterias multirresistentes provocan anualmente 25.000 muertes y un gasto de 1,5 billones de euros, según cifras del Informe O’Neill.

Para José Leiva, jefe de la sección de Bacteriología del Servicio de Microbiología de la Clínica de la Universidad de Navarra, uno de los puntos clave es dotar de los recursos necesarios, técnicos y humanos, a los laboratorios de microbiología para la detección de las resistencias que permita de forma rápida proporcionar resultados.

“Una reducción en el tiempo de la información —desde que da la cara la resistencia— de aproximadamente 18 horas se asocia con una reducción en el tiempo de hospitalización de 2,5 días, así como un coste de hospitalización por paciente de 3.500 euros”, indica. En esta labor, a su juicio, resulta clave el trabajo coordinado diario de los distintos profesionales que realizan su actividad en el diagnóstico, tratamiento y control de las enfermedades infecciosas, así como la colaboración de las distintas sociedades científicas que los agrupan.

Del mismo modo, mejorar la seguridad y eficacia de los antibióticos existentes, mediante la investigación, así como contribuir al desarrollo de nuevos antibióticos, participando en ensayos clínicos es fundamental, y algo en lo que los gobiernos tienen que trabajar para respaldar a la industria. La Seimc también propone prevenir, controlar y tratar las infecciones por bacterias multirresistentes, mediante medidas no antibióticas a desarrollar. De esta manera, aumentar las tasas de vacunación, como en la gripe, para ciudadanos y profesionales sanitarios puede ser un primer paso.

LAS CIFRAS

41

antibióticos en investigación

La falta de rentabilidad y las cuantiosas inversiones a realizar hacen que sean pocas las compañías que destinen esfuerzos e inversiones en investigar nuevos antibióticos. De hecho, actualmente sólo 41 están en investigación, de los que sólo tres pueden acabar con más del 90 por ciento de las cepas definidas como problemas de salud pública.España es el país dondemás ha crecido el consumo de antibióticos en el conjunto de la UE desde el 2013, un nueve por ciento, frente a la caída media del seis por ciento, según datos europeos.

2.500

Millones de euros

… de gasto suplementario es lo que supondrán las resistencias bacterianas en España en 2017. Las bacterias multirresistentes provocan cada año en Europa 25.000 muertes y un gasto de 1,5 billones de euros. De hecho, se estima que en 34 años el impacto económico de las resistencias alcance los 100 billones de dólares a nivel global. En términos de mortalidad, se espera que en esos años 10 millones de personas de todo el mundo mueran prematuramente a causa de las resistencias.