Almudena Fernández

Madrid

| viernes, 10 de febrero de 2017 h |

La comunicación del médico con el paciente es “muchas veces difícil”, más si se trata de personas que padecen una patología grave como es el cáncer. Así lo recuerda Elías García Grimaldo, presidente del Comité Organizador-Científico del III Congreso Nacional de Comunicación con el Paciente Oncológico y su familia (CIPO) en el marco de este encuentro.

En este sentido, afirma que, aunque en general se hacen las cosas bien en este ámbito, “falta mucha formación” tanto en el estudio de grado como posteriormente en la formación especializada y el resto de años que se desempeña la profesión, por lo que sería importante que se reforzase en los estudios reglados y que, posteriormente, los profesionales se actualizasen sobre este tema a través de la formación continuada, tal y como hacen con los aspectos técnicos del avance de la medicina.

En este sentido, García Grimaldo detalla que los profesionales sanitarios se enfrentan a muchos problemas, como el decidir hasta qué punto informar al paciente de todo lo relacionado con su proceso pues, aunque legalmente está claro que el enfermo tiene derecho a conocer todos los datos relacionados con su enfermedad, el médico tiene que tener en cuenta cuál es la verdad tolerable, “que es aquella verdad que el paciente puede asumir en cada momento sin que se le cause un grave daño físico y psicológico”. Por ello, es esencial discernir este punto e ir acompañando al paciente “que a veces también es el que va marcando la comunicación”.

Además, hay que tener en cuenta que durante el proceso se presentan situaciones especialmente complicadas como el momento de comunicar un diagnóstico oncológico, si se llega a una situación que no tiene ya salida y lo más conveniente es interrumpir el tratamiento o, en el caso de las personas que están en cuidados paliativos, puede darse el caso de que tengan que autorizar la alimentación parenteral para prolongar su vida un par de meses.

Y es que, a juicio del presidente del Comité Organizador-Científico del CIPO, acertar a la hora de comunicarse con el paciente y su familia puede llegar a ser más complicado en ocasiones que la propia asistencia farmacológica o quirúrgica y, para hacerlo correctamente, sin duda hace falta formación humana, que es también muy importante. En esta línea, matiza que no se trata de aprender técnicas de comunicación como las personas que trabajan en marketing en empresas de ventas, sino de disponer de formación humana para poder llegar al paciente en “momentos tan críticos en los que lo que se necesita es una formación muy profunda, muy sincera y muy humana”.

Evaluación

Otro problema es evaluar la comunicación médico-paciente, ya que los profesionales piensan que hacen las cosas “lo mejor posible” pues, a su juicio, “es absurdo que alguien diga hago las cosas, las hago mal y soy consciente de que las estoy haciendo mal”, por ello, se preguntó quién puede valorar si se está haciendo correctamente. Añadió que no hay mecanismos de actuación para solventar los problemas si aparecen.