Almudena Fernández Madrid | viernes, 27 de enero de 2017 h |

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión afecta a unos 350 millones de personas en el mundo y se estima que será la primera causa de discapacidad en 2030. Además, Antoni Sicras-Mainar, médico de atención primaria en el Hospital de Badalona, comentó que el diez por ciento de la población padecerá esta patología en algún momento de su vida. Además, incidió en que los resultados de este tipo de patologías que aparecen en la práctica clínica “no son nada alentadores”, ya que los episodios son muy recurrentes y “falta algo” para alcanzar su cura.

El programa de telemedicina CaringMe para pacientes con depresión moderada o leve de Aravato CRM, que ha sido pilotado en colaboración con Badalona Serveis desde octubre de 2014, se puso en marcha con el triple objetivo de “mejorar la satisfacción del paciente, los resultados en salud y la eficiencia”, aseguró Íñigo Arribalzaga, CEO de Arvato CRM.

En concreto, se reclutó a un total de 164 pacientes con una edad media de 44 años y el 78,7 por ciento fueron mujeres.

Sicras-Mainar explicó que este programa, que tiene una duración de un año, se divide en tres módulos. El primero de ellos, el bloque básico, fomenta hábitos de vida saludables para mejorar la calidad de vida de los pacientes (alimentación, sueño y ejercicio físico); el segundo consiste en 12 sesiones de terapia conductual centradas en los pensamientos, las actividades y las relaciones; y, finalmente, el tercero de los módulos aborda el cumplimiento terapéutico de los pacientes con depresión moderada que están bajo tratamiento farmacológico.

Para llevarlo a la práctica, se contó con un call center telefónico formado para atender las dudas y consultas de primer nivel, que era el encargado de derivar al paciente al médico en los casos necesarios, una página web, así como el envío de mensajes al móvil del pacientes diariamente.

Una vez terminado el plazo del piloto, se evaluaron los resultados obtenidos a través de tres test diferentes.

Jaume Claramunt, jefe clínico del Centro de Atención Primaria Morera-Pomar, comentó que de todos los test y cuestionarios que realizaron los pacientes se fueron monitorizando aspectos de calidad de vida y, antes de comenzar con el proyecto, se situaba de media en 50 sobre 100, una dato “bajo, tal y como responde a este tipo de enfermedades”, además, la ansiedad era elevada y la mitad de ellos no realizaban ejercicio físico ni tenían horarios fijos para comer y dormir. De hecho, siete de cada diez tenían dificultades para conciliar el sueño y el 90 por ciento de las mujeres y el 60 por ciento de los hombres están “muy preocupados” en su día a día, con un alto estrés.

Una vez finalizado este proyecto piloto, los resultados fueron “muy satisfactorios” (ver tabla). Desde el punto de vista objetivo, Claramunt detalló que el Cuestionario Sobre la Salud del Paciente (PHQ-9) recogió una mejora de 5,7 puntos de media, el Inventario de Depresión de Beck (BDI), una mejora de 8,1 puntos con respecto al inicio del tratamiento, se redujeron los niveles de anhedonia y el cumplimiento del tratamiento farmacológico se situó en el 89,9 por ciento. Aunque eran pacientes que iniciaban la medicación y, por tanto, no hay datos de adherencia previos, el médico de AP del Hospital de Badalona calificó como “un éxito” las tasas superiores al 60 por cierto un año después del inicio.

En cuanto a datos subjetivos de percepción, el 86 por ciento de los pacientes lo consideró positivo, señalando el contacto telefónico como lo más útil y los mensajes diarios, lo menos, por ser “muy reincidentes”. Los profesionales que participaron en el proyecto, por su parte, lo valoraron muy positivamente en su totalidad.

Los resultados económicos fueron también alentadores, ya que el ahorro de costes sanitarios directos fue del 51,1 por ciento —65,9 por ciento de los costes de AP y 72,8 por ciento de los costes de especializada—, mientras que las pérdidas de productividad asociadas a bajas laborales se redujeron un 91,7 por ciento.

Una vez recogidos todos estos datos, Jan Schwietzke, healthcare manager de Arvato CRM recordó que para que se pueda utilizar, tendría que estar en el catálogo clínico de las distintas administraciones. Arribazaga añadió que han tenido ya contactos tanto con algunas comunidades autónomas como con la Administración estatal, además de con compañías privadas del sector salud.

Finalmente, Pere San Martín, director de Arvato, recordó que todas las administraciones hablan de telemedicina y, por lo tanto, haber realizado ya este proyecto piloto y tener resultados contrastados que presentar será fundamental a la hora de tratar con cada una de ellas.