CARMEN M. LÓPEZ Santander | viernes, 23 de septiembre de 2016 h |

Que los sistemas sanitarios atraviesan “una situación singular” de restricciones por el contexto económico es algo que nadie duda. Según la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el gasto sanitario de los países europeos o se ha reducido o se ha mantenido igual, pero no ha crecido.

Es por ello que los esfuerzos por incorporar las innovaciones al arsenal terapéutico se ha convertido en todo un desafío. En el campo oncológico, además, el reto es mayor, debido al alto coste de las nuevas moléculas. Durante el encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) el encuentro ‘Avances en el tratamiento del cáncer. Retos para llevar la innovación a los pacientes’, en colaboración de Novartis Oncology, Josep María Borrás, director del Plan de Oncología de Cataluña, advirtió de que “es necesario una respuesta multidisciplinar”.

Por otra parte, el diagnóstico temprano o fast track, es una buena herramienta para comenzar a hacer frente a estos problemas. Sin embargo, para trabajar esta línea es necesario mejorar la coordinación entre primaria-especializada y una reorganización de los servicios. Además, los expertos coinciden en que hay que seguir avanzando en estrategias como la centralización de los tratamientos; el consenso científico; auditar la actividad clínica periódica; y realizar análisis de los datos. Así como trabajar con las redes europeas de referencia es clave.

Pero a pesar de este ejercicio de “cambiar de mentalidad”, la realidad es que la inequidad en el acceso a las innovaciones se ha instaurado en los sistemas.

Ante esto, las comunidades avanzan paralelamente. Cada una con diversas estrategias, incluso dentro de los propios hospitales. Durante el encuentro salieron a colación varios ejemplos como el de País Vasco y Andalucía, o casos más concretos como Salamanca y Santiago de Compostela. En cualquier caso, estas experiencias buscan agilizar el acceso a la innovación a los pacientes oncológicos a través de fórmulas como consultas monográficas, o la investigación básica en los distintos servicios.

Y es que, como señaló Ana Clopés, directora corporativa de farmacia y política del medicamento ICO-ICS, “si en una balanza consideramos por un lado que el cáncer es, junto con la cronicidad, uno de los principales problema de salud de la población española y, por otro, que estamos ante una situación de crisis económica que está poniendo en duda la manera de entender el acceso a la sanidad en Europa, la aparición de nuevos fármacos requiere de un análisis profundo.

SANTIAGO DE COMPOSTELA

El compromiso con la investigación y la innovación en oncología en Andalucía es clave. Como explicó la Directora General de Investigación y Gestión del Conocimiento de Andalucía, María Isabel Baena, en los últimos 20 años se han destinado 76 millones de euros para financiar proyectos de investigación en la Junta. Así, mantener la inversión de 5,8 millones de euros en las convocatorias anuales es el compromiso. Los incentivos a los profesionales forman parte de la estrategia. Pero “es necesario aumentar el capital humano investigador de carrera”. En el ámbito de los ensayos clínicos en oncología, la región cuenta con 232 proyectos. La investigación clínica supone el 31 por ciento y va creciendo anualmente. Como comentó la experta apostar por centros propios de oncología; aumentar la colaboración público-privada; y la coordinación con los institutos acreditados de investigación biomédica son los pilares básicos.Eso sí, ahora toca buscar alianzas en investigación básica y clínica por parte de la administración”; avanzar en prevención y en los registros de cáncer.

Para el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Antonio Arraiza, la gestión de los procesos en oncohematología y el acceso a la innovación en País Vasco ha ido marcado por varios ejes. En primer lugar por el continuo asistencial. Euskadi comenzó la integración en 2010 y hace unos meses la terminaron, haciendo especial hincapié en el aspecto sociosanitario y comunitario. Además, los sistemas de información y las TICs, con Osabide y la receta electrónica han sido claves.Por otro lado, los costes de farmacia rozan los 800 millones de euros, la mayor porción se la lleva farmacia hospitalaria. “Supone más del 10 por ciento de los gastos de explotación de Osakidetza”. Por otra parte, Arraiza mencionó el papel que juega la Comisión Corporativa de Farmacia. Una fórmula, “válida para garantizar que los pacientes tengan las mismas oportunidades; permitir las condiciones de uso racional de todos los nuevos tratamientos y nuevas indicaciones según IPT”. Además, mediante la comisión se establece la contratación pública centralizada y vademécum único.

El Hospital Universitario de Salamanca ha potenciado la investigación clínica en los últimos años. Como destacó la gerente, Cristina Granados, la administración se tiene que implicar más en este escenario. A su juicio, la investigación está en manos de la industria, pero hacen falta más esfuerzos. El Servicio de Hematología del hospital está inmerso en el impulso de la investigación. El hospital decidió agrupar a los profesionales interesados con la investigación, y propiciar que la mayoría salieran al extranjero. A partir de aquí, “gracias a los contactos internacionales se han incorporado nuevos avances”, y el centro cuenta con potentes líneas en este sentido. El incremento progresivo de ensayos clínicos en el centro es evidente, de 2010 a 2016 se han hecho un total de 260 estudios. Paralelamente, el servicio de farmacia también está apoyando con estudios propios. De hecho, el complejo hospitalario ha conseguido una reducción del gasto farmacéutico gracias a los EE.CC.

En la era de la medicina de precisión, Rafael López, director de Oncología del Hospital de Santiago de Compostela tiene claro que es el momento idóneo para llevar a cabo un cambio radical, y la llave la tiene la farmacia hospitalaria. Formar parte de los equipos multidisciplinares asistenciales es una de las estrategias que están impulsando los gallegos. Así lo explicó Beatriz Bernárdez, farmacéutica del servicio de oncología del mismo hospital. En este sentido, la experta comentó como el servicio decidió especializarse en materia de oncología, debido a la demanda. “Tenía que haber una consulta monográfica del paciente oncológico y la FH se adaptó para agilizar el acceso a las innovaciones”. En este sentido, la historia electrónica supuso una buena herramienta para estudiar los tratamientos y necesidades de cada paciente. El servicio además desarrolla el perfil investigador, con la participación en ensayos clínicos, y líneas de investigación propias. “La más importante la farmacocinética”, afirmó Bernárdez.