Sandra Pulido Madrid | viernes, 18 de enero de 2019 h |

El microbioma, considerado el undécimo órgano del sistema funcional se ha convertido en un nuevo campo de estudio que no deja de evolucionar.

La Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) señala que un mayor conocimiento del microbioma podría generar herramientas nuevas para la prevención y el tratamiento de enfermedades.

“Llevamos muchos años estudiando las interacciones que existen entre las bacterias que generalmente se conocen bajo la denominación de microbioma o microbiota y, sobre todo, el comportamiento y la actitud frente a la salud y la enfermedad del ser humano”, resalta a GM Ramón Cisterna, presidente de AMYS. “Y se ha visto que efectivamente la gran mayoría de los agentes microbianos que nosotros albergamos contenidos en ese microbioma aportan efectos beneficiosos para la salud”, añade.

En el caso de las enfermedades con mayor incidencia en los últimos años como el asma infantil, alergias, diabetes tipo 1, obesidad en la enfermedad inflamatoria intestinal y el autismo, los expertos investigan el papel que desempeña el microbioma en ellas.

“La tecnología ha permitido recuperar microorganismos que anteriormente estaban ocultos a nuestra vista porque no eran cultivables. Ahora se ha podido demostrar la existencia de una gran diversidad de microorganismos que aportan distintos papeles en esa relación entre los microorganismos y el ser humano. Unos muy beneficiosos, la gran mayoría, y otros no tanto, que es lo que llamaríamos los microorganismos patógenos”, continúa Cisterna.

“Y la impronta que se está generando en estos momentos es la necesidad de saber cuáles son las vías en las que los microorganismos intervienen en la salud, cómo reconocerlos, cómo prevenir etc.”, puntualiza.

Respecto a como utilizar este conocimiento en la prevención de las enfermedades, el presidente de Amys reconoce que queda camino por recorrer.

“Todavía es pronto. Existen evidencias, pero todavía hay que profundizar. “Hay que dar un paso más adelante y conocer qué comunidades microbianas aparecen relacionadas con la presencia de alteraciones del metabolismo o alteraciones de los procesos comunitarios”, afirma Cisterna quien insiste en que “se tiene el convencimiento de que efectivamente tienen un papel predominante en los aspectos relacionados con la inmunidad, la inflamación y con algunas enfermedades metabólicas… Pero la vía en la que se establece ese comportamiento, de los microorganismos con el ser humano no está del todo clara y es necesario todavía apuntalar este conocimiento”, concluye.