Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 23 de febrero de 2018 h |

La Oficina de Cronicidad del Servicio Cántabro de Salud, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla, va a liderar un proyecto innovador en muchos sentidos. Se trata del Proyecto TiChroN, enmarcado en el programa europeo Interreg SUDOE, y que contará con un presupuesto de más de 760.000 euros.

Es la primera vez que esta comunidad autónoma lidera un proyecto europeo de este calado. Un enfoque innovador que pone el acento en enfermos crónicos que suelen estar fuera de los programas habituales, los niños, y que se centrará, en principio, en patologías respiratorias, enfermedades metabólicas, como la diabetes, y obesidad.

Abraham Delgado e Iñaki Lapuente, coordinadores de este proyecto, explican a GM todos los detalles. “El objetivo final es diseñar un modelo asistencial distinto, apoyándonos en el uso de las tecnologías de la información. No queremos un abordaje asistencial clásico, sino que queremos incluir al entorno familiar y escolar. Por tanto, no se trata solo de contar con una herramienta tecnológica, sino de promover un cambio más completo”, aseguran los responsables.

Aprender de los nativos digitales

En este caso, puntualizan, la diana del proyecto son “nativos digitales”, tanto ellos como sus familias. “Ellos lo son, pero no los sistemas de salud. Queremos apoyarnos en su facilidad y conocimiento del uso de las TICS para mejorar el abordaje de sus necesidades, las de sus familias y del entorno escolar”, añaden.

La duración del proyecto europeo, que desarrollan junto a otros centros de Francia y Portugal, es de tres años. El primer paso será el análisis real de las necesidades presentes en el entorno, para dar paso, posteriormente, al desarrollo de soluciones innovadoras. Si tiene éxito, avanzan los coordinadores, podrán trasladarse a otras patologías.

Para los investigadores, invertir tiempo en mejorar la situación de estos enfermos crónicos es, además, una cuestión de responsabilidad social. A diferencia de otras patologías en adultos, asociadas a un estilo de vida poco saludable, en el caso de los niños su condición les viene dada. Es un detalle importante, subrayan. Sin embargo, en la práctica, la mayor parte de los proyectos sobre cronicidad se centran en los mayores. “Se olvidan de que hay una pequeña parte de la población que está ahí y no puede quedar atrás”, destacan.

Desde el Servicio Cántabro de Salud están especialmente satisfechos con esta oportunidad. No en vano, la iniciativa ha sido seleccionada como una de las 21 propuestas entre más de 350 proyectos presentados por estos tres países.