#LINFOMA

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Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 15 de diciembre de 2017 h |

Mariano Provencio, jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro y presidente del Grupo Oncológico para el Tratamiento de las Enfermedades Linfoides (Gotel), cree que este 2017 ha dejado bastantes novedades en una patología, el linfoma, en la que los especialistas tienen altos resultados terapéuticos. “En comparación con otros tumores la tasa de curación es alta y es difícil encontrar aportaciones que superen lo que había, pero ha sido un buen año”, puntualiza.

El especialista destaca tres líneas fundamentales. Por un lado, las terapias CAR-T (células T de receptor de antígeno quimérico), linfocitos que se recolectan del paciente y se reinfunden dirigidos contra una diana, “que están dando muy buenos resultados en pacientes con leucemia, pero que empiezan a dar muy buenos resultados en linfomas”, indica.

Otro de los avances, la inmunoterapia también está mostrando su utilidad, “de forma específica todos los anticuerpos PL1 están siendo muy eficaces, tipo nivolumab o pembrolizumab, especialmente en linfoma Hodgkin”. Provencio explica que en pacientes refractarios con este tipo de linfoma “dan unas tasas de respuesta y supervivencia que no se habían visto nunca y que han hecho que se aprueben para esta indicación en pacientes refractarios”. En linfoma no Hodgkin, continúa, “están siendo muy útiles y hay datos muy esperanzadores, con respuestas de hasta el 40 por ciento”.

En tercer lugar estarían los anticuerpos bioespecíficos, que conjugan anti CD-20 con anti CD-3 o anti CD-19, que no van dirigidos contra un solo antígeno, sino contra dos, y que están siendo empleados en linfomas difusos y foliculares con unas expectativas importantísimas y buenos resultados.

Por otra parte, el experto destaca que en Hodgkin en primera línea se acaban de presentar resultados en el encuentro americano de Hematología, ASH, de quimioterapia combinada con brentuximab, que en pacientes con peor pronóstico tiene buenos resultados.

La medicina de precisión tiene mucho que aportar en este campo y ofrece una perspectiva esperanzadora, ya que los linfomas suelen tener dianas más específicas que en tumores sólidos, admite.

A pesar de los avances, sigue habiendo áreas de mejora. “Los pacientes refractarios, que se están beneficiando de estos fármacos, tienen muy mal pronóstico. Hay campo para beneficiar a los pacientes”, sentencia.

Desde el punto de vista organizativo, Provencio remarca que hay que tener en cuenta que estos fármacos no se pueden emplear en todos los centros, “por mucho que se quiera acercar la asistencia”. Hay que acercar asistencia de calidad, porque se requieren instalaciones específicas, control de síntomas, guardias de profesionales avezados en este tipo de tratamientos, etc. Según el experto. Agrupar patologías complejas en centros preparados para ello debe ser prioritario, asegurando el acceso a los pacientes que lo precisen, concluye.


Mariano Provencio:
“Los linfomas suelen tener dianas terapéuticas más específicas que en sólidos”