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Ayudar a 50 millones de niños a llevar una vida más saludable, contribuir a mejorar las condiciones de vida de 30 millones de personas de las comunidades en las que desarrollan su actividad, y esforzarse por conseguir un impacto medioambiental cero en el conjunto de sus operaciones.
Estos son los objetivos a largo plazo que Nestlé acaba de presentar. La compañía ha anunciado sus compromisos para el año 2020 y también estos propósitos de largo recorrido, que enlazan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por la Organización de Naciones Unidas de cara a 2030.
Una de las áreas principales se centra en la nutrición, la salud y el bienestar. Entre otras iniciativas, volcadas en el desarrollo local de las comunidades en las que realizan su actividad, también se comprometen a lanzar nuevos productos y bebidas saludables.
Nestlé plantea compromisos concretos. En 2020 aspiran a reducir alrededor del 5 por ciento de azúcares añadidos en sus productos, a rebajar en un 10 por ciento la sal, acorde con las recomendaciones, y a reducir alrededor del 10 por ciento las grasas saturadas en todos los productos que no reúnan los criterios determinados por la Fundación Nutricional de la compañía.
